⎧ ୧ ⋅ . Silencioso Pasado ˚ ⚘ xStrawberryS

El intento de árbol navideño de aquél hogar era la compañía de la pre adolescente que estaba sentada. Entre sus pequeñas manos había una caja cobriza con un listón verde, esperaba algo pero ella misma sabe que eso no pasaría, no cuando sus iris violetas posan con intensidad en la ventana de ese lugar.

Selwyn nunca se había considerado llamativa, interesante o genial como alguno de sus familiares, carecía en realidad de si quiera alguna cualidad compartida sea genética o bueno, si quiera una habilidad. De pequeña al ser hermana de trillizos observó de lejos la atención o no que tenían los demás, quizás por eso desde joven no estableció el interés de socializar.

Ella observaba siempre en los cumpleaños, como niños que ni conocía iban a su casa para una fiesta de cumpleaños. Sus padres siempre preguntaban si vendría alguien, ella silenciosamente decía que sí, más solo una persona supo que pese a su silencio había desarrollado una habilidad auténtica para nunca demostrar sus sentimientos. Su abuelo paterno, A.C Selwyn mejor conocido en Estados Unidos, como un Auror veterano era quizás lo más cercano fuera del círculo familiar.

Ambos eran completamente distintos, pero siempre estaban juntos cuando él visitaba el hogar, Rhys no podía hablar o siquiera socializar en la mesa del comedor. Pero si su abuelo iba aunque no fuera para verla, la niña podía expresarse con facilidad pero sin hablar, aquello fue curioso pues para sus padres había sido preocupante que la primera palabra de Rhys no fuera hasta los dos años y medio.

Quizás por eso, ella siempre esperaba las vacaciones desde su corta edad para irse con él, pues alistaba una pequeña mochila de Unicornios con sus cosas, su pelo trenzado debido a que era tan largo hasta su cintura y un par de zapatillas rosadas, aquello fue la marca de ella propia que sobresalía. Solo que no sabía que aquél verano de 1991 cambiaría todo por completo.

Ella sabía desde corta edad, que su abuelo tenía cosas privadas y qué él le enseñó a nunca contar cuando tuviese sus propios momentos. No por eso cuando llegaron tras medio de un traslador a un campo “marginado”, Rhys intentó entender por qué ir, debido a su complejo problema de no lograr hablar espero que él le explicará y quizás por eso agradece que le entendiera (Ella a veces creía que él escuchaba pensamientos pero no.)

El viejo le explica cosas breves, íntimas de por sí pero comprende que tiene amigos, Italianos para ser específicos, que por eso estaban tan lejos en aquél día de excursión, tenía negocios y que por eso ese día pensó que era buena idea “socializar” con el nieto de ellos. En casi unos 200 metros a llegar, ella tiró de su mano para verle confusa, su abuelo alías “Mejor confidente de Pinky promesas” sabe que ella no sabe socializar, pero al ver su cara solo suspira.

Es poco decir que apenas tocó la puerta, fueron saludados como presentados, los abuelos de ambos los dejaron en el salón cara a cara, en aquél momento Rhys solo miraba fijamente a Andrea Di Giacomo, nombre que con tan solo cuatro años memorizó perfectamente y claro que llenó de silencio incómodo.

No había que ser algo lento para entender que era como juntar dos animales de distintas especies en una distinta jaula, más Rhys solo optó por sacar su libro y leer como si el niño no estuviera, tenía una obsesión por leer sobre flores y sus significados (Regalo de su abuelo luego de verla cuidando un girasol en el patio.) Pero cuando ve que pasó una hora, se levantó a caminar hacia él, una acción poco común y le señaló una de las flores.

— Me gustan las Zinnias, pero son raras. — Aquél fue el primer comentario que hizo luego de no hablar por dos meses, un tono seco pero suave de aquella voz aniñada —

El niño le miró como si estuviera loca, pero luego ella le ofreció unas galletas de su mochila, quizás eso ocasionó un ligero “gracias” y de a poco, pequeñas palabras de ambos. Todo la baja mirada de los tres adultos que miraban escondidos.

No fue sorpresa para Rhys, que su abuelo le insistiera en irse a vivir con él pero sus padres no lo permitieron por la separación de los Trillizos, por lo que las visitas de la niña hacia la casa del Italiano se volvieron continuas desde ese día. Los años fueron pasando como sacabas un papel de almanaque.

A medida que crecía, Rhys se adaptaba a visitar a su mejor amigo, si, uno que si existía, era de su edad y era campesino como ella decía, más lejanamente de eso Rhys de los cuatro años hasta los siete solo hablaba con él. Con sus padres fue complejo tener una comunicación real, incluso con todos a excepción de él.

Ella nunca contó (Escribía en su pizarra ) en casa a donde iba con su abuelo, pero Rhys a medida que crecía, cuando era el día de visita de su abuelo, siempre se preparaba para sorprender a Andrea con algo nuevo, no por nada aprendió sola a cocinar cuando supo el manejo de las pastas, aprendió a los seis años a tejer cuando supo por Andrea que le gustaba el negro, aprendió a los siete años a hacer peluches tejidos. Siempre llegaba con un regalo nuevo y raro a donde su mejor amigo.

Pero aún así, aprendió cosas malas o eso creía, Rhys le tenía un miedo particular al padre de Andrea aunque era pocas veces que lo cruzaba, por eso cuando tenía nueve años le dijo al abuelo de Andrea que se lo “regalara” sin saber ese significado. Obviamente ese día su abuelo le dijo que se expresó mal, y le regaño pero entre ambos Selwyn sentían siempre que había algo malo.

Cuando los años pasaron, ella en silencio comenzó a volverse más aislada y ordenada, quizás hablaba con su familia por fin, pero cuando estaba en Boston, siempre compraba postales para su mejor amigo. Pero enfoco su casi año estudiantil en Illervemory para ser una buena estudiante, quizás por eso cuando fue con diez años a Italia y una valija de Libros supo que Andrea se burlaba con la mirada.

Más aquellos eran los recuerdos de la Rhys actual de casi catorce años, una chica finalmente sociable, habladora pero tímida. Tras reprimir una risa se levantó de su lugar de aquél apartamento de londres y corrío a su trabajo, saludó a su jefe como abrazó a un Andrea mayor, entregandole un peluche de gato enojado a este. A veces sabía que su mejor amigo era especial, pero mientras lo molestaba con organizar su uniforme, en el fondo Selwyn sabía que si había alguien en quién correría a pedir ayuda, es en la única persona que la vió cambiar.

༄◦ ☪◦Cantidad de palabras:
1139.

༄◦ ☪◦Nombre OFF-ROL:
xStrawberryS

༄◦ ☪◦Nombre ON-ROL:
Vanessa Rhys Selwyn

༄◦ ☪◦Ficha de personaje:
🌤

༄◦ ☪◦Permisos de Personajes::

Andrea Di Giaccomo - Kwertz

༄◦ ☪◦Links importantes:
- No de momento.

༄◦ ☪◦Intención de la Historia:

- Explicación breve de como Rhys y Andrea se conocen desde antes de Hogwarts.
- Desearía mantener pasivas de amistad de mejores amigos, pues quisiera profundizar como ambos han progresado desde años hasta los dichosos 11 años.
- Intenciones de mostrar, el por qué Rhys a veces se comunica en silencio con miradas debido a su problema de "hablar".
- El como Rhys práctico una segunda lengua (Italiano) desde niña por Andrea y como aprendió a cocinar como tejer.
- Demostrar que Rhys a pesar de ser trilliza, físicamente es distinta a sus familiares, entre rasgos no identificados cvomo por comienzo de sus ojos violetas, siendo acobijada por su abuelo que la sobreprotege. (es una niña fresa)
- Posibilidad de que se conserva algún libro relacionado a Flores muggles, con significados.

"¡Andrea! Eres un cabeza de huevo."