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Finnegan, hermano de Lennon y segundo hijo de Niamh y Connel nació junto al primero rayo de sol un 12 de enero en Sligo, Irlanda, un lugar donde los paisajes rurales del azul zafiro que se asienta en el cielo se mezcla con el verde esmeralda que se extiende a lo largo del suelo. Allí el joven muchacho supo reconocer la importancia de dejar que los sueños jueguen con la realidad, y que el encanto y la fantasía no son cosas que se encuentran úncamente en los cuentos.

Desde pequeño, Lennon ha tenido una gran influencia en su aprendizaje y desarrollo, pues con ella fue con quien compartió la mayoría de sus horas en el día, ya fuese nutriéndose juntos de la pasión que tiene su madre Niamh por las criaturas, la de su padre Connel por la herbología y las pociones o incluso alentándolo a explorar su pasión en la música. Gracias a todo esto, Finnegan se convirtió en una persona extrovertida, bromista, artística y pasional, dispuesto a defender sus creencias y compartir una risa o melodía con aquellos que más aprecia.

Con facciones un tanto delicadas, algunos dicen que Finnegan, al igual que su padre, no envejece con el paso de los años. En parte también es gracias a su cabello ondulado, como moldeado por el mismo viento que soplaba el día que se abrió camino en el mundo de los mortales, es de color rubio claro, con algunos tonos anaranjados, un reflejo de los atardeceres que tanto le gusta mirar. Debido al color casi pálido de su piel, es normal ver las pocas pecas que tiene Finnegan ser decoradas por un tono rosado en sus mejillas, uno similar al de sus labios. Sus ojos color miel son un reflejo de los veranos en Sligo, donde no es sólo el sol el protagonista, sino también la flora y las abejas. Estos son resaltados por sus lentes, los cuáles le permiten tener una mejor visión de lejos y terminan de darle forma a su rostro.

En proceso.

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En proceso.

Uniforme Escolar
Abrigos de invierno
Gorros de invierno
Libros escolares

— Aengus (Búho Barrado)
— Lugh (Gato)

Todavía no.

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